InicioArtículosTODOS TENEMOS UN LADO BUENO…

«Sois muy buena gente» diría «el forastero» TV3 por la cantidad de dinero aportado, unos nueve millones de euros, en la Maratón que organiza la televisión catalana y que este año destinará a la investigación médica del ictus y lesiones médulares y cerebrales traumáticas.

La finalidad del dinero recogido es muy loable y marchita todos los elogios; pero, permítanme una reflexión: ¿La implicación masiva en la Maratón es una muestra clara de solidaridad? Pienso que los auténticos valores de la solidaridad son actitudes personales elegidas libremente que se fundamentan en la empatía y generosidad de los ciudadanos; mucho más allá del efecto propagandístico de una cadena de televisión, en este caso TV3, que en un espectáculo de gran formato y máxima audiencia crea sentimientos propicios y abona el terreno para conseguir recaudar dinero de los telespectadores. La influencia mediática de TV3 es «brutal», tal como suele decir el joven cocinero de la cadena, y esto hace que la Maratón absorba el plato fuerte de las donaciones que se hacen en esta época del año; eclipsando en gran medida las necesidades de otras organizaciones y fundaciones con fines tanto o más dignas que las planteadas por la Maratón pero que, por desgracia, no tienen el poder ni los medios necesarios para hacerse más visibles.

Como cada año se han implicado en la Maratón niños y niñas de las escuelas, ayuntamientos, asociaciones … y se han hecho partidos de fútbol y otros deportes, sorteos, sardanas, bailes de gigantes, obras de teatro y un montón de cosas más… Finalmente el gran espectáculo televisivo: conocidos y afamados presentadores y reporteros, cantantes, entrevistas a médicos y, sobre todo, los testimonios de personas afectadas. Los relatos de estas personas nos tocan la fibra más sensible y nos provocan ese miedo tan humano de encontrarnos a nosotros mismos; y son precisamente estos sentimientos lo que nos motivan a hacer una pequeña o gran aportación.

«Todos tenemos un lado bueno, o muy bueno» para ser solidarios, es verdad; pero esta solidaridad tiene más que ver con un paseo diaria que en correr grandes maratones; es decir, caminar pausadamente observando las necesidades más humanas medio kilómetro diario los trescientos sesenta y cinco días del año para ser más saludable y beneficioso que correr de golpe los cuarenta y dos kilómetros que marca la maratón. Caminar diariamente y poco a poco nos hará ver con un montón de necesidades que seguramente nos habían pasado desapercibidas y en las que podremos ejercer, de primera mano, nuestra solidaridad más humana y, en su caso, económica. Espavila’t.

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