InicioArtículosLa Cultura del Esfuerzo y los Polítcos

Hoy hablaré de POLÍTICA y de POLÍTICOS. Como que el tema té su complejidad, he consultado en primer lugar lo que dice la Gran Enciclopedia Catalana. Creo que es una manera rigurosa de aclarar dudas.

A la palabra POLÍTICA le dedica todo una página de letra pequeña y con muchas definiciones. Yo me quedaré con la que en este caso con parece mes idónea: «Conjunto de actividades teóricas y prácticas referentes a las relaciones entre los ciudadanos de una misma o diferente colectividad. Tal y como es entendido normalmente, pues, el término comprende, por una parte las teorías sobre el gobierno de la sociedad y, de la otra, las prácticas relacionadas con la gestión de los asuntos públicos».

Después busco la palabra POLÍTICO-A (para no excluir a nadie en razón de género). En la Enciclopedia la define de la manera siguiente: «Persona que se ocupa profesionalmente de los asuntos públicos».

Hasta aquí creo que lo tengo un poco claro: Un buen Político-a se tiene que ocupar de un conjunto de actividades teóricas y las tiene que poner en práctica para el bien de los ciudadanos y todo eso lo tiene que hacer de forma muy profesional, es decir, con el máximo conocimiento de causa y con gran responsabilidad.

¿Sin embargo, todos los Políticos responden a este perfil de profesionalidad?. Lo dudo mucho, en realidad lo dudo del todo.

Un poco más abajo, en la propia Enciclopedia Catalana encuentro nuevas palabras que me aclaran una poco más las cosas: La palabra POLITICASTRE, que la define de forma clara: «Mal político -a»; y la palabra POLITICAJAR: «Hablar de Política fuera de lugar o con ligereza»

Ahora sí que lo tengo claro del todo: El Político-a de dudosa profesionalidad hace falta definirlo como un POLITICASTRE QUE POLITIQUEA, se a decir, un mal Político-a que habla y hace su trabajo con ligereza.

¿Como se tiene que hacer para que todos los gobernantes, desde los más próximos hasta los de la «conchinchina», sean un ejemplo de profesionalidad y a la vez unos auténticos líderes?. Yo creo tener la solución. Eso sí, con la colaboración de alguna fuerza sobrenatural. Propongo que cerréis los ojos y subáis a las nubes: Imaginaos que todos los Gobernantes, sin ninguna excepción, una vez elegidos por «sufragio universal» y en el momento de tomar posesión de sus cargos; alguien, una especie de Espíritu Santo, se pusiera sobre ellos y los impregnara de los valores positivos de la cultura del Esfuerzo y que no se pudieran librar hasta acabar su mandatos. Imaginaos a un mundo gobernado por personas con total capacidad de esforzarse, auténticos líderes. Ahora ya podéis abrir los ojos y tocar de pies en el suelo: El mundo que tendríamos delante nuestro no lo reconoceríamos. Sería inmensamente mejor.

“Espavila’t” para no perder la esperanza. Todo llegará.

Joan Vila Pont

Presidente FUNDACIO ESPAVILA

www.espavila.cat

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