InicioArtículosES HORA DE ESPABILARSE

«Me tendré que espabilar si quiero aprobar». «Si no nos espabilamos no se a donde llegaremos». «Vivir solos, los ha espabilado». «Este niño necesita estar con otros niños para espabilarse». El verbo «espabilar» es constantemente utilizado en el transcurso de cualquier conversación. Queda claro que cuando decimos «espabila» queremos decir «poner todo tu esfuerzo y todo tu ingenio» para conseguir tus objetivos, pero, ¿sabéis cuál es la etimología del verbo «espabilar»?. El calendario Maragall, este calendario que arranca una hoja cada día y en su reverso nos comenta toda una serie de cosas muy curiosas y bonitas a la vez, en la hoja correspondiente al pasado catorce de enero, nos lo explica de esta manera:

«Antiguamente, las mechas de las velas se tenían que ir cortando para que la llama no acabara extinguiéndose. De estas mechas se podía y se puede decir de muy diversas maneras, como mecha o definitivamente pretérito pabilo. De este último vocablo deriva la palabra que nos ocupa, espabila, que, si bien al principio se refería sólo al hecho de cortar la mecha de la vela para reavivarla, acabó, a causa de una bonita curva metafórica, incorporando un nuevo significado: el de avivar el entendimiento – la luz, pues – de alguien »

No me digáis que la imagen no es de lo más representativa. No me digáis que no nos da un toque de alusión y a la vez nos hace pensar, nos está diciendo que es necesario avivar constantemente la llama para mantener viva la luz de nuestro entendimiento y no dejar nunca que se extinga. Espabilar es, pues, un esfuerzo constante que forma parte de la existencia humana para estar alerta y receptivo a todo aquello que nos pueda ayudar para avanzar positivamente.

El verbo «espabilar» el citamos mucho de forma coloquial pero en realidad no somos muy profundos con su significado y mucho menos en el sentido del esfuerzo que lleva ligado en su definición. Muchas veces preferimos «vivir con la espalda derecha», como decía mi abuelo en el sentido que nos cuesta doblar la espalda. Preferimos la comodidad, el bienestar. Vivir apoyados en los demás y en la situación general para justificarnos escondiendo en todo momento las propias debilidades.

Ha llegado la hora de avivar la llama de nuestra mente, como dice el calendario Maragall. Ha llegado la hora de hacer el esfuerzo de iluminar nuestra inteligencia para seguir en la ruta adecuada. No lo olvides. Espabila.

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