PROMOVER VALORES POR «DECRETO»
Leo en la prensa que el “Consell Executiu de la Generalitat” ha acordado definitivamente el plan nacional para la promoción de los «valores» en Cataluña, que tiene por objetivo promover una nueva cultura cívica que garantice la cohesión y el bienestar social. Este plan nace de la necesidad de recuperar valores esenciales de la sociedad catalana.
En el contexto económico en que vivimos supongo que esta iniciativa debe considerarse como una guía de buenas costumbres, como una solicitud de auxilio en medio de la tormenta para no acabar definitivamente engullidos por el propio sistema, es, tal como dice el dicho, acordarse de Santa Bárbara sólo cuando truena para que nos libre de los rayos.
Esfuerzo, solidaridad, responsabilidad, coraje, ilusión y muchos otros valores son absolutamente necesarios para crecer y para salir adelante. Deben ser el eje que se regirán todas y cada una de las estructuras de nuestra sociedad, pero los valores no se inculcan con un «Decreto» ni aparecen de la noche a la mañana. Son hábitos que necesitan aprendizaje, práctica y ejemplo.
Los valores y la cultura del esfuerzo no están de moda. No son prácticas habituales en las personas que mueven nuestras Instituciones políticas, económicas, educativas,…; que a menudo confunden los «deberes de su cargo» con los «derechos de su autoridad». Tampoco lo son para la gente en general. Nos hemos hecho nuestra la cultura del ocio, comodidad y bienestar, y, pese a las dificultades económicas actuales, es muy difícil renunciar.
Las intenciones del gobierno de la Generalitat en el sentido de fomentar valores seguro que son buenas, pero tengo el presentimiento de que sólo será eso: una declaración de buenas intenciones, es decir, papel mojado. Modificar el talante de la sociedad en el tema de valores es muy difícil a corto plazo, es un esfuerzo largo y continuado en el tiempo que requiere la implicación de todos y sobre todo de aquellos que tienen el poder y la autoridad para predicar con su ejemplo.
Si de verdad el nuestro gobierno quiere inculcar valores a la sociedad; yo le diría que no se olvide de los niños y niñas, de los más jóvenes. Que no se olvide de plantar la semilla de los valores en la fase educativa para que germine y a la larga dé sus frutos. Los valores deben estar presentes en todo proceso educativo, dentro y fuera de la escuela. “EDUCAR FOMENTANT L’ESFORÇ” es nuestro reto.
Acabo con unas palabras que se atribuyen a Pitágoras: «Educamos a nuestros niños y no será necesario castigar a los hombres». Por una sociedad con valores, espabila.