InicioArtículosFALTA DE ÉTICA: CORRUPCIÓN.

El nivel democrático de una nación tiene mucho que ver con la actitud ética de los ciudadanos que la forman y precisamente los valores éticos no son el punto fuerte de nuestra sociedad. Nos falta voluntad de hacer las cosas bien hechas y también nos falta un clima social que reconozca a las personas rectas y arrincone a aquellas con comportamientos poco dignos. Vivimos en una sociedad en donde las corruptelas están a la orden del día en muchos niveles. Los casos de corrupción que implican a políticos y gobernantes son el escaparate más visible, pero seguramente que estos casos que salen a la luz son sólo una pequeña muestra de todo lo que realmente está pasando. El poder ejercido sin actitudes éticas crea corruptelas y esto hace que nuestros gobernantes en general, independientemente del color político que representan, no sean capaces de dignificar las Instituciones (Gobierno, Ayuntamientos, Diputaciones,…) y generar credibilidad y confianza entre los ciudadanos.

Ejercer la política significa hacer un servicio de interés general; quiere decir, que las personas elegidas en las urnas deben demostrar en todo momento buenas prácticas de la vida democrática; como por ejemplo: honestidad, austeridad, capacidad de servicio, justicia, equidad, tolerancia, coraje…, pero, por desgracia estos valores no son fáciles de encontrarlos dentro de los que ejercen el poder político en nuestro país. Los expertos afirman que la falta de valores éticos nos viene de lejos y entre las causas encontramos la poca cultura democrática en general y la herencia de la dictadura franquista.

A la vista de los casos de corrupción que aparecen constantemente el Gobierno de la Generalitat convocó una «Cumbre anti-corrupción» para establecer normas que ayuden a poner un poco de freno al desenfreno, pero ¿para qué sirven estas normas? Victoria Camps, doctora en Filosofía y catedrática de Ética, afirma que «la ética no es una colección de normas, es una sensibilidad. Si no hay voluntad, que es más sentimental que racional, no sirven para nada». La persona que ejerce la política pensando sólo en el propio beneficio y se olvida de los deberes que tiene con los ciudadanos que le han votado es la negación más absoluta de los valores éticos.

Para terminar permítanme una reflexión: Cada persona se plantea metas en su vida en función de sus ilusiones y capacidades; estudia y se prepara para conseguir un puesto relevante dentro de la sociedad. Quiero entender que para una persona que se dedique a la política; llegar a ser presidente, alcalde, consejero, parlamentario…, Tras ser elegido por los ciudadanos es lograr una meta muy preciada, es la realización máxima y el reconocimiento a una carrera política. ¿Cómo puede ser que haya políticos con un pensamiento tan rancio que destrocen esta carrera con corruptelas? Pienso que para un Alcalde su máxima aspiración es ser recordado por sus ciudadanos como el mejor Alcalde. Y, del Rey ¿qué opináis? ¿Porque ensucia su imagen? ¿No basta tener el privilegio de ser Rey y esforzarse en ser recordado como un gran rey? Los valores éticos necesitan voluntad de esfuerzo, reconocimiento y buenas actitudes para todos. Espabila.

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