Juan Ramón, JR por los amigos, y Nico (43 y 55 años); afectados de parálisis cerebral con un 55% de discapacidad, afirman rotundamente que el esfuerzo lo puede todo. Las mismas palabras las refleja Vanessa de 26 años y Chema de 50 años; afectados también de parálisis cerebral, con una discapacidad del 51% y 94% respectivamente. Son personas que a pesar de sus dificultades, que son muchas, despiertan admiración por su optimismo y por el esfuerzo personal que deben hacer para avanzar y superarse constantemente en un mundo nada favorable para ellos. Forman parte de la Asociación «No Somos Invisibles» (http://www.nosomosinvisibles.org) que les sirve de plataforma para explicar de propia voz su manera de entender la vida y los valores humanos; con la credibilidad de que todo lo que hablan lo hacen de corazón y predican con el ejemplo.

Hace un par de semanas tuvimos el placer de escuchar una conferencia que ellos hicieron en la Casa del Tíbet de Barcelona. Fue un encuentro de pleno optimismo y con buen humor en la que explicaron detalles de sus vidas, opiniones y reflexiones; con unas ganas inmensas de vivir dignamente ya la vez ser parte activa de la sociedad. Chema, por ejemplo, con un 94% de discapacidad y sin poder escribir, no podía obtener el graduado escolar, pero a los 28 años, con la aparición de los ordenadores, se apuntó a una escuela para adultos y se graduó. He de añadir, que al escuchar sus palabras y la intensidad de sus mensajes, a menudo notaba como se me humedecían los ojos.

La asociación «No Somos Invisibles», más allá de los verdaderos protagonistas, contó con la presencia de María López, que colabora en la gestión y difusión de la entidad y la psicoterapeuta Alicia Gruas, que lleva más de quince años dedicada al estudio de los valores y del crecimiento personal. Por cierto, quiero compartir con vosotros la definición de «valores humanos» que Alicia describió en el siguiente significado: «valores humanos son todas aquellas actitudes y acciones del ser humano que sirven para honrar y exaltar la vida…, la vida de cualquier persona, de cualquier animal, de cualquier vegetal o de cualquier cosa.» De esta manera podemos llegar a entender tales valores humanos como: el respeto, el esfuerzo, la alegría, la tolerancia, la humildad… y, como dice Alicia, están bien presentes en el interior de cada persona, aunque a menudo encontramos justificaciones para alejarnos de ellos y convertirlos en un ideal.

JR, Nico, Vanessa y Chema son personas discapacitadas que valoran y celebran la vida, que han superado el miedo a ser «diferentes» y que nos muestran la parte más noble de cualquier persona, que no es otra cosa que los valores humanos.

Quiero terminar el escrito planteando unas cuestiones a todos los que tenemos la suerte de disfrutar de una vida sin limitaciones físicas: ¿por qué nos cuesta tanto encontrar los auténticos valores y caminar hacia la felicidad? ¿Es necesario quizás tener discapacidades para reconocer y celebrar el sentido de la vida? Espavila’t.