InicioArtículos¡Me da pereza !

Estas palabras se escuchan muy a menudo entre nosotros; demasiado, diría yo: «Quisiera hacer deporte, aprender inglés, viajar… pero; no tengo tiempo, no tengo dinero, a mi edad ya no toca…», es decir cualquier excusa sirve para justificarse y no hacerlo porque en realidad «me da pereza ponerme». Bueno, entiendo que haya algunas cosas que nos puedan hacer pereza, pero no debemos permitir que sean demasiadas porque la vida es corta, son cuatro días como solemos decir, y la pereza no puede ser un obstáculo para disfrutar plenamente. ¿Cuántas cosas nos perdemos por culpa de la pereza? «¡Contra la pereza un buen bastón!», había oído decir muchas veces a mi abuelo de pequeño cuando no me veía muy receptivo con mis deberes. Este dicho era muy popular antiguamente, se decía de buena fe y sin ningún tipo de actitud violenta, era un recurso para invitar a los niños y jóvenes a cumplir con sus obligaciones y espabilarlos.

Todos conocemos personas perezosas que se miran el mundo con gafas equivocadas que no les permite ver la grandeza y las posibilidades que les ofrece la vida; personas con falta de ganas, que su máxima motivación es contemplar cómo pasa el tiempo «sin pena ni gloria». Yo también conozco algunas, en Genis por ejemplo: Se trata de un hombre que siempre ha vivido con «la espalda derecha», es decir sin trabajar demasiado, que habla constantemente de lo que piensa hacer y de lo que hará; pero, desgraciadamente, nunca hace nada de lo que dice porque todo le da pereza. Comenta a menudo con todo tipo de detalles que comenzará una dieta muy estricta para adelgazar pero la verdad es que cada día está más gordo. Presume de tener muchas amigas que complacen en todos los sentidos pero realmente está «más solo que la una» porque siempre le ha dado pereza compartir. No ha conocido nunca los valores de la cultura del esfuerzo y me atrevería decir que la pereza se ha apoderado de tal manera de este hombre que lo ha anulado en muchos sentidos .

Analizando la infancia de Genis, seguramente encontraremos algunas explicaciones a su manera de ser: Me consta que fue hijo de buena familia en la que no faltaba el dinero; de jovencito sus padres le facilitaron todo a cambio de nada. No fue educado en el trabajo y no tuvo la necesidad de esforzarse para descubrir sus propias iniciativas, quedando huérfano de estas capacidades .

La educación recibida de pequeños por parte de las personas de nuestro entorno: padres, maestros, educadores… seguro nos marcará para siempre la manera de entender la vida. Muchas personas perezosas, es probable que lo sean porque se les ha enseñado a serlo. Los niños y niñas de hoy, mañana serán adultos y por eso es importante una educación física, intelectual y emocional basada en el esfuerzo; para que sean capaces de encontrar, en todo momento, las herramientas necesarias para superar sin pereza las dificultades que seguro la vida les planteará. Termino con una frase de la pedagoga María Montessori que considero muy didáctica: «Cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo». Espavila’t

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