InicioArtículosCRISI ECONÓMICA – CRISI DE VALORS

¿Quién ha provocado la crisis económica? ¿Quién ha llevado a las economías empresariales y familiares al colapso? ¿Quién nos ha enredado? Estas preguntas están en boca de todos y las respuestas, bastante generalizadas, apuntan como responsables: los bancos, los políticos, la especulación exagerada, el sector inmobiliario, los que sin miramientos se endeudaron más de la cuenta… Y todo ello, agravado por la falta de mecanismos de control, el libertinaje financiero y la poca responsabilidad de las instituciones supervisoras. Las respuestas a las preguntas seguramente no son errores, pero la profesora de política económica de la Universidad de Barcelona Marta Condominas en un artículo publicado el diario El Punt Avui, va mucho más lejos y afirma rotundamente: «NO ES UNA CRISIS FINANCIERA; ES UNA CRISIS DE VALORES » y lo justifica de la siguiente manera:

«El descalabro económico más grande de la historia desde la Segunda Guerra Mundial no se puede abarcar sin tener en cuenta un importante ingrediente: un trastocamiento de los valores humanos que nos va conduciendo a una nueva crisis, una crisis moral. Una crisis inmaterial y, por tanto, difícil de medir. Una crisis que se ha ido gestando poco a poco y que ha ido invadiendo todos los ámbitos, filtrándose como lluvia fina».

«Ya no hay que invertir en honestidad, tolerancia, responsabilidad, lealtad, respeto, trabajo, equidad y tantos otros valores. Son valores devaluados, que cotizan a la baja, a veces, incluso, motivo de burla».

«Políticos, votados por ser representantes de sus electores, que en lugar de defender las ideas y proyectos de sus programas no paran de pelearse un día tras otro. Famosos que son el centro de atracción mediática que ganan cifras astronómicas por el mérito de marcar récords de insultos, gritos y groserías. Empresarios que ya no creen en el valor de la palabra y un apretón de manos para cerrar negocios, profesores que regalan sin escrúpulos aprobados a sus alumnos, la vida ya los suspenderá, dicen».

Evidentemente la cultura del esfuerzo y sus valores no son bien vistos y el principal riesgo es una derrota del modelo de sociedad en el que vivimos. «Esta pérdida de valores, conocida pero permitida por políticos sobre los que recae finalmente la responsabilidad de dirigir el mundo, tendrá un coste muy importante. Su recuperación no será una tarea fácil, ni rápida, ni barata. Muy posiblemente los políticos, tan acostumbrados a visiones y actuaciones a corto plazo que les permitan ser reelegidos, rehúyan hacer frente».

«No es el modelo económico actual lo que está en crisis, es algo superior como son los valores sobre los que se sustenta». Es tarea de todos recuperar y profundizar los valores fundamentales que hicieron posible nuestra sociedad; desde las más altas instituciones hasta cada uno de nosotros. Es importante que todos intentamos aportar nuestro pequeño grano de arena a la causa. Espabila

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