InicioArtículosEDUCAR FOMENTANDO EL ESFUERZO

En todo proceso educativo existen dos elementos que a mi entender son básicos: Talento y capacidad de aprendizaje.

El talento es una capacidad innata que difícilmente se puede cuantificar, el talento nace, se pule y se perfecciona. La capacidad de aprendizaje en cambio es un proceso de entrenamiento abierto a todos los que será más o menos efectivo según la actitud de cada persona. Juega un papel muy importante la predisposición al esfuerzo, es decir: trabajo, espíritu de sacrificio, perseverancia, etc. Fomentar los valores que representan la cultura del esfuerzo debe ser el gran hilo conductor en todo proceso educativo, ya que facilitará un buen aprendizaje, hará la persona más humana y le dará herramientas para sobrevivir en el futuro.

A veces lo que se aprende surge de las propias experiencias. Hay que provocar que los errores formen parte del aprendizaje. Los errores deben ser un punto de reflexión, deben ser un análisis para encontrar soluciones. En otros casos el aprendizaje debe ser fruto de reflexivas de imposiciones. Pero en cualquiera de los casos el educador, como mediador del proceso de aprendizaje, debe ser el vehículo más apropiado para recorrer este camino.

Es muy importante adquirir conocimientos en ciencias, historia, geografía o matemáticas, pero es imprescindible la presencia constante de todos aquellos valores que ayudarán a dar sentido a todo

Las materias a enseñar, así como los valores a inculcar van muy ligados a la edad del alumno, en este sentido voy a poner unos cuantos ejemplos:

Los niños y niñas de 4 ó 5 años pueden tener plena conciencia y por tanto poner en práctica afirmaciones de este tipo: «Ya sé vestirme», «Comparto», «Escucho»,

«Doy las gracias». «Pido perdón» …

A los 6 o 7 años se pueden trabajar otras afirmaciones: «Trato de ser ordenado con mis cosas», «Me esfuerzo en decir la verdad, aunque cueste», «Confío en las personas que me quieren», «Reconozco mis errores y los rectifico «…

Hacia los 8 o 9 años se pueden tener claras estas ideas: «Hago lo que tengo que hacer», «Ayudo en casa y en la escuela «,» No me asusto delante las dificultades», «Hablo bien de los demás»…

Entre los 10 y l3 años se puede hablar de: «Soy constante en mi trabajo», «No hago trampas en el juego», «Me esfuerzo en cumplir mis deberes», «Sé ganar y perder», «Conozco mis posibilidades «,» Respeto las opiniones de los demás»…

Y así, todo un montón de objetivos que poco a poco pueden ir calando en los chicos

y chicas adquiriendo una personalidad mucho más madura.

EDUCAR FOMENTANDO EL ESFUERZO es el nuevo objetivo que la “Fundació Espavila” ha puesto en marcha y que quiere reconocer a través de sus becas. Echa un vistazo a nuestra web., Espabila.

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