LA MARATÓN DE TV3: PODER TELEVISIVO Y SOLIDARIDAD
Como cada año al acercarse estas Fiestas la palabra «Solidaridad» suena más que nunca. Los medios de comunicación con su fuerza mediática nos invitan a ser solidarios y a participar en alguna buena causa; ya sea dando dinero, juguetes o alimentos. Son días del año que la sensibilidad sale a flor de piel y nos trae un mensaje que no puede ser más claro: «Somos buena gente, tenemos buen corazón y somos capaces de involucrarnos y ser generosos»
La Marató de TV3 es el ejemplo más relevante en nuestro país de la influencia de un medio de comunicación a la llamada a la solidaridad. El aparato publicitario es tan grande y la causa tan noble, este año la investigación para las enfermedades cancerígenas, que es capaz de mover pueblos enteros de todos los rincones de Cataluña. Artistas y cantantes, escuelas, centros, asociaciones, etc; todo el mundo está dispuesto a participar y las pequeñas o grandes acciones por parte de todos, unidas a la buena causa a conseguir y el poder del espectáculo televisivo, hacen que el éxito en todos los sentidos esté asegurado; El resultado no puede ser otro: máxima audiencia de espectadores totalmente receptivos con el tema tratado y sobre todo una millonaria recaudación.
La Marató que año tras año nos ofrece TV3 para hacernos reflexionar y a la vez recoger dinero para la investigación es muy loable y merece todos los elogios, pero permitidme una reflexión: El concepto de «solidaridad como valor» desde mi punto de vista tiene más que ver con un paseo diario que con correr grandes maratones, es decir, caminar pausadamente por los caminos de la solidaridad humana medio kilómetro diario los trescientos sesenta y cinco días del año puede ser más saludable que correr los cuarenta y dos kilómetros que marca el maratón de golpe. Caminar diariamente poco a poco por caminos solidarios nos permitirá ver con nuestros propios ojos un montón de necesidades sociales que seguramente nos habían pasado desapercibidas y a las que podremos ejercer nuestra solidaridad, ya sea con una contribución directa y personal o económica.
En todos los rincones de Cataluña, desde las grandes ciudades hasta los pueblos más pequeños, encontraremos el calor de numerosas entidades (fundaciones, asociaciones, …) que trabajan de forma anónima y humilde para intentar resolver conflictos y necesidades que la vida plantea y que por desgracia las diferentes administraciones gubernamentales no pueden hacer frente. Son entidades que ejercen la solidaridad de primera mano y que no disponen en general de una gran fuerza mediática de difusión. Me gustaría pensar que el gran revuelo y despliegue publicitario que provoca la Maratón de TV3 no quita en parte el ITER y también recursos económicos de estas pequeñas, pero absolutamente necesarias, entidades. Los catalanes tenemos buen corazón y eso implica esfuerzo, compromiso y solidaridad. Todos los días del año son buenos para caminar en esta dirección. Espavila’t.