“La Mitja Marató” de Granollers nos ha permitido constatar que los valores de la cultura del Esfuerzo no están totalmente olvidados como muchas personas creen. El pasado fin de semana hemos podido ver en nuestra ciudad personas de todas las edades (hombres, mujeres, niños, niñas…) sin ningún tipo de distinción social, juntas y totalmente animadas para participar en la carrera, expresando su ilusión por todas partes.

Desde hace algunos meses, muchos de los participantes ya estaban convencidos de hacer la carrera y se preparaban fuerte. Sus comentarios eran muy estimulantes: «Este año correré por primera vez, tengo ganas», decían unos; «Mi amigo ya corrió el año pasado y lo hizo en un tiempo razonables y se sintió bien y me he animado», decían otros. «Mi hijo de seis años correrá La Mini Marató, cada domingo nos entrenamos y puede ser que me apunte yo también”, decía un padre muy satisfecho de su hijo.

Las ganas de participar, el convencimiento de que somos capaces de hacerlo y el resultado siempre satisfactorio, al margen de la distancia recorrida y el tiempo utilizado, han satisfecho plenamente a la mayoría de los participantes.

La ciudad se ha volcado para verla pasar, tanto en la densidad y alegría de los atletas en la salida como en el goteo y agotamiento de la llegada.

Las muestras de apoyo al Esfuerzo de todos juntos fueron constantes. «Falta poco, adelante», decían algunos a la altura de la plaza de la Corona. «Sois cojonudos», decía otro un poco más abajo, y siempre con el trasfondo de los aplausos de todo el mundo.

Y del tiempo, del tiempo meteorológico, qué podemos decir. Tampoco falló, ante tanta euforia no tuvo más remedio que estar a la altura de las circunstancias. Tuvimos un día totalmente radiante.

El domingo al mediodía brindé con cava por el entusiasmo colectivo demostrado y por el Esfuerzo individual de todos los atletas participantes. Fue un éxito, no podía ser de ninguna otra forma.

A la próxima «mitja» todos podemos participar. ESPAVILA’T para correr de valiente.