InicioArtículosLA EDUCACIÓN DEBE ESTAR POR ENCIMA DE CUALQUIER DEBATE POLÍTICO PARTIDISTA.

Ya estamos otra vez. Cada vez que cambia el color de los políticos, tanto de derecha como de izquierda, se quiere cambiar el sistema educativo, como si se tratara de proyectar sus convicciones ideológicas reformando la enseñanza. Este hecho por desgracia genera inestabilidad y eso no es bueno para nadie, ni para los profesionales de la educación ni para los alumnos, ya que la educación sobre todo necesita estabilidad y rigor.

«La educación debería estar por encima de cualquier debate político partidista. Debería haber instituciones mucho más allá de los partidos, consensuadas por todos y gestionadas por una sociedad civil activa, diversa y plural. Es un tema demasiado importante para dejarlo en manos exclusivas de los políticos y debe tener un consenso a prueba de elecciones», esto es lo que opina el catedrático finlandés TIMO RIIHO haciendo una crítica a nuestro sistema educativo en comparación con el educación finlandesa, la mejor de Europa según la OCDE. Estas reflexiones tienen una lógica aplastante ya que la educación es vital para conseguir una sociedad mejor en todos los sentidos. Primero es la educación y después, como consecuencia de un buen aprendizaje que nos permita reflexionar en libertad, encontraremos las ideas políticas, religiosas, etc. que más se identifiquen en la forma de ser de cada persona.

La complejidad existente en nuestros días requiere una educación mucho más amplia y eficaz. Se debe dar a los niños y jóvenes una mirada respetuosa del mundo y se ha de transmitir gusto por aprender, fomentando iniciativa y curiosidad por la investigación. CLAUDIO NARANJO, médico y doctor en educación, que por cierto hizo recientemente una conferencia multitudinaria en el Auditorio de Granollers invitado por el Gran Centro, hace las siguientes reflexiones: «Limitar la educación a una mera transmisión de informaciones es un gran fraude. En los sistemas educativos tradicionales se descuida en gran medida la educación emocional, los alumnos no tienen ganas ni les motiva aprender a la fuerza. Es necesario ayudar a los maestros y educadores a encontrar nuevas vías para que la educación se convierta en una verdadera fuente de aprendizaje».

La crisis económica y de valores, el paro juvenil tan generalizado y el fracaso escolar que según los expertos ronda el 30% nos llevan sin duda hacia una sociedad de comportamientos no deseados. En los tiempos que corren, y antes que naufrague el barco, se hace imprescindible apostar por una educación que dé mucha importancia a los valores éticos y ayude a encontrar las capacidades individuales de cada uno, porque, no hay ningún alumno que por sí mismo se pueda considerar un inútil para el aprendizaje, «burro» por decirlo de forma sencilla, lo que pasa es que los educadores no han podido o sabido ayudarle a desarrollar aquellas capacidades que seguro que tiene. La Administración debe hacer un gran esfuerzo en este sentido, los años de educación obligatoria de todos los niños y jóvenes deben servir precisamente para eso: Conseguir una sociedad que todos encuentren su lugar y que cada uno pueda aportar los valores y capacidades más personales. “Espavila’t”.

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