Vivimos sometidos en todo tipo de presiones por parte de los medios que nos rodean. Nos lo presentan muy analizado, valorado, magnificado…, y todo para hacernos entender que no es necesario el Esfuerzo de reflexionar. Lo que hace falta es consumir, gastar, gastar y gastar. Compramos lo que nos hace comprar, seguimos la moda que se lleva, nos gusta la música y los cantantes más mediáticos. Se mueven cantidades inmensas de dinero y los llamados «entendidos en la materia», nos lo magnifican todo con el fin de llevar el agua a su molino.

Nos ponemos delante del televisor y nos lo tragamos todo. Seguimos telenovelas con centenares de capítulos, escritas totalmente a medida para favorecer los actores o actrices de turno y sin más argumentos que llamar la atención del espectador con historias muchas veces fuera de lugar y sólo para mantener la audiencia. Aguantamos de manera estoica todo tipo de tertulianos, escuchamos sus opiniones y reímos sus tonterías, porque las tonterías están de moda, y si añadimos algún comentario fuera de tono y palabras fuera de contexto, mejor que mejor. Desgraciadamente la «teleporquería» está presente en todas las cadenas de televisión más mediáticas.

La predisposición generalizada a no hacer el Esfuerzo de preseleccionar y la pasividad a la presión de los medios de comunicación no nos lleva a ningún lugar. Crea un vacío inmenso y eclipsa el Esfuerzo de pensar y elegir libremente.

Estaría bien reflexionar sobre todo y esforzarse en saber ver la magnificencia en las pequeñas cosas y fuera de las corrientes más mediáticas, al margen de aquello que los medios obligan a hacer, saber, ver o escuchar. En todos los campos encontraremos profesionales y artistas apasionados de su trabajo, que no son «famosos» en el sentido más literal de la palabra, pero si los sabemos encontrar, disfrutaremos de una frescura que nos llenará plenamente. Hablando de música por ejemplo, he descubierto magníficos pianistas en una sala tan humilde cono el Taller de Música de Barcelona o sin ir tan lejos en las sesiones de jazz que organiza el Casino de Granollers.

Para decidir libremente al margen de las corrientes más mediáticas. Espavíla’t.