El nombre de Nelson Mandela se escribe con letras de oro en los libros de la historia, junto a personajes tan emblemáticos como Martin Luther King o Mahatma Gandhi. Son auténticos referentes universales de la lucha por los derechos humanos, por las libertades y la justicia social del siglo XX. Son líderes que guiados por los valores más humanos de esfuerzo y una gran fe en sus objetivos, sin ser milagrosos, consiguieron el gran «milagro» de abrir al mundo nuevas perspectivas de paz y hermandad entre las personas.

«Soy el dueño de mi destino. Soy el capitán de mi alma». «Los verdaderos líderes deben estar dispuestos a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo.» Estas palabras resumen muy bien la trayectoria de Nelson Mandela, un verdadero símbolo de la lucha contra el «apartheid «que discriminaba a las personas negras de su país. Nació en Sudáfrica en 1918 y después de una intensa vida reivindicativa, sufrir cautiverio de prisión en condiciones extremas durante 27 años y mantenerse fiel a sus ideales; finalmente, consiguió sus objetivos, es decir, que la población negra tengan los mismos derechos que los blancos. Fue el primer presidente elegido democráticamente de Sudáfrica y su esfuerzo fue reconocido internacionalmente con la concesión al año l.993 del premio Nobel de la Paz. «Nunca he pensado en conseguir premios personales. El hombre no lucha por las libertades pensando en ganar premios, pero cuando supe que había ganado el premio Nobel de la Paz, me emocioné».

«La muerte es inevitable. Cuando un hombre ha hecho lo que considera que es su deber para con su pueblo, puede descansar en paz». Con esta profunda serenidad interior Nelson Mandela puede afrontar el final de su vida con el orgullo y la felicidad de haber cumplido.

La forma de pensar de este gran hombre se puede descubrir también dando un vistazo a las famosas «frases célebres» que fue escribiendo en diferentes momentos de su vida, hay toda una serie, cito algunas :

«Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo. El hombre valiente no es el que no tiene miedo, sino el que conquista ese miedo».

«La mayor gloria en la vida no consiste en no caer nunca, consiste en levantarse cada vez que caemos».

«En la vida no hay pasión cuando se juega apostando poco , cuando uno se conforme en mucho menos de lo que es capaz de hacer».

«A veces todo parece imposible hasta que se hace».

Termino este escrito con un razonamiento que a mí me parece maravilloso:

«Nadie nace odiando a los demás por el color de su piel, por su origen o por su religión. Las personas aprenden a odiar a los demás, por lo que si podemos aprender a odiar también podemos aprender a amar. El corazón humano es más receptivo al amor que al odio». «La educación es el arma más poderosa que podemos utilizar para cambiar el mundo». Gracias Nelson por aportar tu luz a un mundo en el que a menudo sólo vemos oscuridad. ¿La sociedad en la que vivimos es capaz de descubrir esa luz? ¿Qué opinas? Espavila’t.