InicioArtículos¡NO a todo!

      La «cuestión catalana» es el problema más grave que tiene España en estos momentos; y, ¿como el piensan solucionar? pues; diciendo un rotundo ¡NO a todo! El Sr. Rajoy y los suyos, a pesar de las insistentes reivindicaciones del gobierno catalán por una mejora de la financiación, no quieren dialogar; y, para justificarse, enrocan y se esconden bajo el paraguas de los «dogmas constitucionales». Estos señores deberían saber que el diálogo es la piedra angular de la democracia; porque si anulamos el diálogo de los posicionamientos políticos, entramos en una dinámica de fuerza física y de confrontación propias de cualquier estado totalitario. Las reiteradas negativas y portazos del Presidente Rajoy no solucionan el problema; al contrario, ayudan a hacerlo cada vez mayor.

      La independencia de Cataluña se encuentra en primera línea de debate político. La sentencia del Tribunal Constitucional español sobre el Estatuto aprobado en referéndum, se ha interpretado de manera casi unánime como el cierre de una época. Por primera vez se plantea seriamente la decisión de separarse de España por motivos económicos. En este sentido Modest Guinjoan, Doctor en economía por la UAB, considera que las restricciones que supone ser miembro de España en las condiciones actuales es insostenible. Cataluña tiene un déficit fiscal en torno al 10% del PIB, que representan aproximadamente veinte mil millones de euros anuales. Es dinero que Cataluña necesita para su desarrollo: obras públicas, servicios, bienestar, etc.; pero que, por desgracia, se van y no vuelven. Llegado este punto, hay que hacernos una pregunta: ¿sentirse español en Cataluña tiene alguna compensación?

      El gobierno del Sr. Rajoy, con el fin de aplacar los ánimos independentistas y a falta de argumentos sólidos que justifiquen su inmovilismo, apela al miedo: una Cataluña independiente no podría subsistir, quedaría fuera de Europa… y toda una serie de misivas más. Bueno, para contrastar con cierto rigor estos temas y esparcir dudas, el economista Sr. Guinjoan opina: «Con los datos en la mano, Cataluña es un país tan viable como Dinamarca, Suiza o Suecia. La pertenencia a la Unión Europea no es una condición imprescindible para ser un estado independiente. Cataluña es un país de Europa y lo seguirá siendo dentro o fuera de la Unión. que ahora seamos dentro quiere decir que no deberíamos dejar de estar. hay muchas maneras de ser miembros de Europa, una de las cuales es la que tienen Noruega, Suiza y Andorra, que aunque no son estados miembros, tienen un alto nivel de integración desde un punto de vista comercial, de la movilidad de capital y de las personas …. que en la práctica es como si fueran miembros «. En cuanto a la exportación y un posible boicot de España comenta que desde el 2010 para acá las exportaciones al resto del mundo han aumentado considerablemente. Esto significa que la economía catalana se orienta de manera progresiva hacia mercados internacionales. De todas formas opina que el marcado español es muy importante; pero en caso de producirse un boicot, este sería sostenible y de corta duración: «Hay experiencias de boicots a lo largo de la historia, pero normalmente duran poco y se concentran en productos muy concretos. No duran eternamente porque representan un comportamiento irracional desde un punto de vista económico «.

      Según dicen, el gobierno del Presidente Rajoy tiene muchas armas basadas en la «legalidad vigente» para impedir el proceso catalán; pero, desgraciadamente, se ha olvidado de dialogar, que es la arma más democrática de cualquier sociedad avanzada. A falta de ello, las amenazas son constantes: «Estamos dispuestos a impedir que se ponga la urna de papel, de cartón o de cristal, lo que tendrá consecuencias», dice la Sra. Cospedal; y, en perfecta sintonía con los medios de comunicación contrarios a las ideas independentistas, como por ejemplo «La Razon» o las cadenas de los obispos españoles «COPE» y «13TV», se dedican a menospreciar y ridiculizar a todos aquellos catalanes que no comulgan de su doctrina.

      Cataluña ha agotado los trámites democráticos para ser escuchada y ha obtenido un ¡NO a todo! por respuesta; por tanto, según Jordi Armadans director de la Fundación “per la Pau”, los catalanes tenemos derecho a poner las urnas para decidir el futuro y, en su caso, ejercer el derecho a la desobediencia. ¿Seremos capaces de asumir las consecuencias y llegar hasta el final? Esto requiere un gran esfuerzo. Espavilem-nos.

Los comentarios están cerrados.