¿Seré capaz…?
¿Cuántas veces esta pregunta se apodera de nuestro pensamiento intentando encontrar alguna solución para superar retos y problemas que a menudo nos afectan de lleno? Seguro que todos hemos tenido estas dudas; sin embargo, cuando esto ocurre, ¿cómo reaccionamos? ¿Qué actitud adoptamos?: ¿apostamos poco y claudicamos fácilmente; o nos cargamos de energía y predisposición para hacer realidad nuestros propósitos? En esta actitud y firmeza de corazón radica el «coraje», la verdadera clave de superación.
El pasado once de septiembre, como cada año, miles de catalanes salimos a la calle para reivindicar unos derechos legítimos que consideramos nuestros; pero en el fondo, todos nos preguntamos: ¿Seremos capaces de mantener la firmeza suficiente para esquivar el miedo y las dificultades para conseguir estos derechos? La respuesta no es nada fácil; pide una gran convicción y coraje por parte de todos. Al respecto; por WhatsApp circuló una frase que considero muy acertada: «No tengo miedo a la represión del Estado… tengo miedo al silencio de mi pueblo».
La historia, nos presenta un montón de héroes que gracias a su coraje contribuyeron a deshacer privilegios por el bien de la humanidad. Evidentemente este coraje épico del que nos habla la historia, es muy loable; sin embargo, vale la pena llevarlo a un nivel mucho más cercano y cotidiano. Debe entenderse como un valor muy útil para vivir y, a la vez, nos facilita las fuerzas necesarias para no dejarnos pisar. Quiero recordar, como ejemplo, el caso de Carmen Hidalgo; aquella chica que, tras aprobar la selectividad en Cataluña, quería matricularse en la Universidad de Córdoba para estudiar filología hispánica y se encontró en un inesperado e injustificado «no» como respuesta. La causa: «situación académica no válida» por problemas de convalidaciones. Ante esta situación, ¿cómo reaccionó?: Pues, ¡lo hizo público! Recurrió a TV3, que explicó en su caso detalladamente en un informativo, e inmediatamente la Universidad de Córdoba la llamó para pedirle disculpas y decirle que todo había sido un malentendido. «Es indignante que pasen estas cosas, me he sentido maltratada y discriminada», dijo Carmen, «Espero que algo así no ocurra nunca más». Hay que reconocer el coraje de esta chica que ante una situación absolutamente injusta tuvo el valor de no claudicar.
Como final déjenme citar algunas frases alentadoras de Nelson Mandela, un verdadero héroe que la historia ha escrito con letras de oro: «Aprendí que el coraje no es la ausencia de miedo. El hombre valiente no es el que no tiene miedo, sino aquel que es capaz de superar este miedo». «En la vida no hay pasión cuando se juega apostando poco, cuando uno se conforme con mucho menos de lo que es capaz de hacer». Y como respuesta a la pregunta, ¿sereno capaz…?, Nos dijo: «A veces todo parece imposible hasta que se hace». Espabílate.